miércoles, 9 de junio de 2010

La metamorfosis

Desde hace unos meses, por algún motivo indescifrable, no podía escribir. Quería hacerlo pero no podía. Si lo estoy haciendo ahora, es porque sentí una fuerte necesidad de compartir, con mis queridos y generosos amigos blogueros que algo muy bueno está ocurriendo dentro de mí. Que me siento cada vez más liviano y ligero de equipaje. Que cada mañana, después de acompañar a mis bellos hijitos a la movilidad escolar, me voy a caminar alrededor de un hermoso parque que está al frente de mi casa. Que mientras camino, respiro el exquisito aroma de sus verdísimos árboles en medio de la neblina y me acompaño del canto de los cientos de pajarillos que los pueblan. Que aprendí a orar mientras camino. Que me encanta ver saltar a las ardillitas que me miran y se esconden entre sus ramas. Que todas las mañanas me encuentro y saludo a un señor con rostro de sabio, que sé que algo muy bueno me dirá uno de estos días. Que fuímos a Cuzco con toda la familia, siendo recibidos magníficamente, en la mágica y bella casa de "el Buho", mi hermano y Maestro, que nos recibió junto a su esposa, que es toda una artista. Que cumplí mi promesa y regresé, después de 27 años, a la cima del Templo de Lanlacuyo, sintiendo la misma intensa voz de la piedra en mi rostro. Que regresé a Machupicchu, y oré sentado frente al Waynapicchu, bajo la sombra de un arcoiris invisible. Que mi última tomografía y control de ocho meses, arrojó que no hay evidencia de enfermedad. Que escribí un poema en una noche estrellada en Aguas Calientes inspirado en la obra de un artista amigo. Que solo quiero perdonar y perdonarme, permanentemente. Que mi alma vibra con la canción "Un vel di vedremo" de la ópera "Madame Butterfly" del gran Puccini, cantada por María Callas. Que cada noche, al acostar a mis hijos, veo en sus bellísimos rostros, literalmente, el rostro perfecto de Dios. Que ya no pretendo controlar mi vida, ni la de nadie. Que ya no soy el mismo. Que hay cosas que ya no recuerdo. Que me miro en el espejo y siento que soy otra persona, ni mejor, ni peor, simplemente otra persona. Que cada noche, cierro los ojos y no tengo miedo. Que cada vez pienso menos en el pasado, y en el futuro. En fin, que estoy vivo y se lo agradezco a Dios.
Ojoavizor

8 comentarios:

JAVIER AKERMAN dijo...

Feliz cambio interior, querido Ojoavizor. ¡Que la Luz ilumine este sagrado re-nacimiento!
Un fuerte abrazo para ti y Nefertiti.

Soñadora dijo...

Que maravilla todo lo que nos cuentas querido amigo! Me alegra mucho leerte tan bien y con tanta paz interior! Y que mejor que tu salud física también esté viento en popa.
Besitos,

Kreski dijo...

Fiuuuuhhh!!!!! gracias por reaparecer y gracias por escribir.
Solo gracias....Gracias a Dios.

CAMINANTE dijo...

querido amigo, me han emocionado muchas tus palabras, que felicidad vivir cada dia asi! y que felicidad me da saber que ya no hay rastros de la enfermedad. Que la dicha y la salud nunca te abandonen. Que tu y los tuyos sigan siendo felices, que la buena energia del universo te acompañe siempre.
Un abrazo

Kreski dijo...

Y cual es el resultado de esta metamorfosis?
Con amor desde la luz de los acontecimientos en la "verdad"
Kreski

Ojoavizor dijo...

Mi muy estimada Kreski, el resultado de mi metamorfósis es que ahora he decidido, usando mi libre albedrío, "ver con mis ojos y oir con mis oídos".

Un abrazo

Ojoavizor

Juan Carlos dijo...

Que bueno saber de tí Ojoavizor !...en estos dias estaba pensando en tí, por eso ingresé hoy a tu blog...

Que siga la mejoria viento en popa de la mano de DIOS !

Abrazos desde Texas: "Gato"

Ojoavizor dijo...

Gracias por acordarte y pasar por aquí, mi muy estimado Juan Carlos.

Cuando alguién que no conoces físicamente se acuerda de uno, es realmente reconfortante.

Un fuerte abrazo

Ojoavizor