lunes, 30 de noviembre de 2009

Los caminos

I
Todos los seres humanos tenemos un camino. A veces compartimos caminos momentáneamente, pero la mayoría de veces esos caminos terminan bifurcándose en el tiempo. Y es natural. Todo cambia. La vida tiene sus propias rutas que se nos van mostrando conforme vayamos avanzando. Es que eso es precisamente la riqueza de la vida. Siempre nos deparará un recodo, un cambio de ruta. Muchas veces, por esas cosas del destino, nos encontramos en el camino con seres maravillosos con los que desarrollamos lazos de amor, de amistad, de aprendizaje, de espiritualidad, que jamás se rompen, pero por circunstancias de la vida, los caminos se bifurcan y nos alejan físicamente de esos seres que nos dan felicidad. Ese es el caso de nuestra querida amiga "La Virgencita". Ella es una doctora gineco-obstétra, cuya amistad desarrollamos con Nefertiti no hace mucho tiempo, pero que despertó en nosotros un especial cariño y confianza, por su forma silenciosa y reservada de ser. Ella es hija de nuestros queridos amigos "La Leona" y "Fénix", quienes en todo momento nos apoyaron en los momentos más difíciles. A "La Virgencita" la llamamos así porque tiene un aura especial y una mirada transparente, propias de las virgenes. Además, su trabajo profesional consiste en ayudar con sus manos a recibir a niños a este mundo. Todas esas características hicieron que "La Virgencita" se gane nuestra simpatía y confianza, para posteriormente, después de todo lo que hizo por nosotros, ganarse nuestro amor y profundo respeto, al igual que a toda su familia. Lo triste del asunto, es que nuestra "Virgencita" tiene que regresar a su país: Venezuela, con su inteligentisima y bella hijita "Victoria". Allá las espera su esposo "Víctor", un buen hombre y médico gineco-oncólogo, para trabajar en una importante clínica ginecológica del interior de su país.
II
Cómo olvidar el momento cuando le pedí ayuda médica cuando me detectaron la recurrencia del cáncer. Cómo olvidar las lágrimas que derramamos ese día en el que dejó a un lado su profesión y se convirtió en esa "Virgencita" dándome ánimo y a la vez sufriendo ella misma por mi sufrimiento, como si fuese su hermano. Como olvidar todas aquellas mañanas en las que me acompañó al INEN, llevándome en su auto, cuidando que no me preocupe por nada, y tocando puerta por puerta para hacerme todo más fácil en los procedimientos administrativos del INEN, dada la urgencia de mi caso. Cómo olvidar las horas que esperó parada junto a mi hermano "El Buho", que también es médico, esperando una respuesta. Cómo olvidar sus visitas antes y después de la operación, junto con su esposo Víctor, quien ayudó a Nefertiti a ingresar a verme a la sala de cuidados intensivos. Cómo olvidar a toda su familia llorando en silencio por mí, evitando que yo los vea para no desmoralizarme. Cómo olvidar a toda la familia de "La Virgencita" que estuvieron junto a mi familia, dándome todo su apoyo en todo momento. Definitivamente Dios juntó nuestros caminos en el momento preciso. Ahora, "La Virgencita" tiene que irse a su país, para seguir con su vida junto a su esposo e hijita, pero a pesar de la alegría que nos da saber que lo hacen por su desarrollo, Nefertiti y yo estamos tristes, y no lo podemos ocultar. No lo queremos evidenciar pero es la verdad. Así como lo están sus padres "Fénix" y "La Leona". Sabemos que será duro para ellos sobre todo por "Victoria", su bella nieta. Es que así es la vida, los caminos se bifurcan para hacerse nuevos caminos, y así sucesivamente.
III
Mientras que nuestros caminos con "Fénix" y "La Leona" sean los mismos, estaremos allí, con ellos. Como si fuésemos su familia. Porque las familias no solo son las de sangre sino las que se hacen con amor, solidaridad, respeto y entrega. Te extrañaremos mucho, querida "Virgencita". Cada vez que vaya al INEN recordaré tu imagen de hermana, con papeles en la mano, tocando puertas para mí. Nunca lo olvidaré. Por mi parte te prometo que lucharé hasta donde Dios quiera, para intentar que nuestros caminos algún día se crucen de nuevo, y podamos con nuestras familias, recordar lo maravilloso que es cultivar el amor de la amistad. Un abrazo para siempre deseándote a tí, y a toda tu linda familia, lo mejor del mundo. Se lo merecen.
Ojoavizor

sábado, 21 de noviembre de 2009

El Arco Iris

I
Estaba sentado en medio en la sala de quimioterapia del INEN, con cincuenta personas todas con sus cabecitas calvas, como la de Nefertiti, pero la diferencia es que todas tenían cáncer, incluido yo. Habían una niñita con Síndrome de Down, que no se imaginaba nada de lo que ocurría con su cuerpo, no sabia que le estaban inyectando químicos altamente tóxicos, pero ella seguía riendo, jugando con sus deditos, feliz en medio de la lucha por la vida. Habían viejitos resignados a cumplir dignamente con la última etapa de su vida, algunos con ganas de irse pero con familiares que se resisten a dejarlos. Madres jóvenes, que escuchaban la música del "Grupo Cinco" de moda, y leyendo su revista de chismes como si nada pasara, como si la vida fuera una aventura más, un placer más que gozar antes que la vida se acabe. Otras pacientes, riéndose y haciéndose bromas retando a la muerte con la risa de la vida. Por primera vez ví a una persona que casi ya no lo era. Era un esqueleto tapizado por el dolor pero con sus ojos desorbitados que se resistían a seguir viviendo.
II
En medio de mi observación, una enfermera se me acerca amablemente y me dice: "a ver guapo ahora te toca tu medicina". Yo me avergoncé, me reí y le dije: "¿Cómo voy a ser guapo si estoy con la cara marcada?, y me respondió: "por favor no solo eres guapo, eres precioso". Sus palabras me impactaron tanto, tanto, que realmente sentí que todas ellas eran unos angelitos de Dios que nos recuerdan la belleza de nuestro espíritu. Eso me motivó, ya que era la primera vez que recibía quimioterapia, ya que en el anterior tratamiento solo recibí radioterapia. En esa sala empecé ha entender cosas que solo las personas enfermas podemos entender sobre la condición humana. El valor de la fe, la visión clara del presente, la necesidad del perdón, dejar el peso del resentimiento, dejar de juzgar, y todas aquellas cosas que no nos dejan ver la simpleza de la vida y la belleza de la creación. Nadie en esa sala luchaba con nadie, todos estaban unidos, su única lucha era contra la muerte.
III
El tratamiento que me aplicarán es en base a un medicamento de última generación que está hecho específicamente para mi tipo de cáncer. Es un "anticuerpo monoclonal", sustancia biológica que apunta, en pocas palabras, a encapsular cualquier célula cancerosa que pueda haber quedado después de mi exitosa operación. De acuerdo a los oncólogos expertos de todo el mundo, es un medicamento que revolucionará el tratamiento del cáncer en el futuro, ya que no es tóxico y solo ataca a las células malignas sin dañar a las benignas. Gracias a Dios el seguro me cubre gran parte del costo de cada ampolla, cuyo costo es prohibitivo para la gran mayoría de personas de un país pobre como el Perú. En ese sentido, siento que es un milagro que me lo puedan aplicar a mí, y parte de ese milagro es tener a toda mi familia ayudándome. Por eso mismo, cuando ví que la sustancia empezó a entrar en mis venas, cerré los ojos y oré. Le pedí a Dios que el líquido transparente se convierta en su sangre. Nunca antes, desde que estudié para ser físico, junté tanto la ciencia y la fe. Luego, llamé a mi hermano "El Buho", con el que me une una relación espiritual muy fuerte, y le dije que la savia vital estaba ingresando a mi cuerpo y que mi fe me sanará. Nefertiti, con el corazón atravesado tuvo que irse a la mitad del tratamiento, a participar de una actuación de mi hijo Manzano en su colegio. Nuestro otro angelito Lucy, le tomó la posta, esperando afuera de la sala las tres horas que duró la infusión, esperando que no haya ninguna reacción alérgica, como muchas veces ocurre. Le escribí a mi generoso hermano "Tanaka" que todo iba bien. En fin, nuevamente muchos estaban pendientes de mí, y eso me abruma en medio de tanto dolor humano a mi alrededor.
IV
Cuando llegué a casa, la única reacción que tuve fue un poco de fiebre y tembladera, pero nada insoportable. Me acosté y sentí que la sustancia comenzaba a actuar. Sentí que Dios ordenaba a la sustancia escanear cada célula de mi cuerpo, y que destruya cualquier enemigo. Sentí que Dios estaba conmigo, en esa lucha, que a pesar de todos los pronósticos, nada tiene sentido, que todo puede ocurrir, que su voluntad es lo que prevalece, y que esa voluntad se expresa con señales, siempre con señales. Y así fue. Mi hermano y maestro "El Buho", me escribió un e-mail al otro día, desde Cuzco, ciudad santa y sagrada, diciéndome: "Querido hermano, ayer, justo después de conversar contigo por la tarde asomé a la calle y ví este hermoso arcoiris sobre San Blas. Un buen auspicio para todos... Un abrazo". La foto de ese maravilloso arcoiris la pueden observar al inicio del post. Es una foto real, tomada por él. Esa son pues, las señales de Dios, sobre todo las que generosamente me envía siempre desde Cuzco, como hace más de 25 años cuando escalé el Waynapicchu, y me comprometí a regresar (Ver: http://ojoavizorlimaperu.blogspot.com/2008/09/la-seal.html). Por eso, cuando acabe mi tratamiento, haré un peregrinaje a Cuzco a agradecer la señal. Tengo que encontrar la fuente que está al final del arcoiris.
Ojoavizor

jueves, 12 de noviembre de 2009

La azotea

I
Hace unos días Nefertiti empezó a realizar uno de sus sueños más preciados: construir algo en la azotea de nuestro duplex. Ese sueño lo tuvo desde que era niña, ya que el duplex le perteneció a sus padres, que generosamente fue cedido por ellos a nuestro joven matrimonio. El duplex está ubicado dentro de una sencilla Residencial, enclavada como un blanco lunar en medio del lujoso paraje que tiene el distrito más exclusivo del Perú. Sin embargo, por esos designios que solo Dios sabe, nuestra familia vive allí, en medio de ese extraño contraste que existe entre esas dos culturas que actualmente tiene nuestro querido país. La cultura "chicha", informal, irreverente, pujante, electrónica, y la cultura formal, empoderada, prejuiciosa, "guettaria" y moderna. Siempre he creido que esa maravillosa mezcla cultural será para nuestros hijos, la tierra fértil que permitirá el florecimiento de unas fuertes personalidades creativas y libres. El hecho es que Nefertiti está feliz, con su proyecto "la azotea", y ha empezado a rodearla con unas rejas y mallas verdes donde se abrazarán las plantas más hermosas, creando un especie de vivero abierto al cielo. Es que desde nuestra azotea, tenemos no solo una agradable vista de todo San Isidro, sino una maravillosa vista panorámica del mar de la bahía de Miraflores, desde donde incluso, se divisa con absoluta claridad, en un día despejado por supuesto, la famosa Isla de San Lorenzo que se encuentra frente al puerto del Callao. Hace pocos días, mientras los artesanos del metal colocaban las rejas y mallas, Nefertiti y yo subimos por la pequeña escalera que improvisamos hace algunos años para poder acceder a la azotea, una vez allí, impactados por la vista del mar que teníamos frente a nosotros, ella con su pañuelo que cubre su bella cabeza sin cabello, y yo con mi brazo parchado con gaza y el cuello y rostro lleno de cicatrices, nos abrazamos en silencio, mirando el horizonte del mar azulado, y respiramos profundamente, el delicioso aire marino de nuestra azotea, que nos llenó de vida, ahora que tanto la necesitamos.
II
Nefertiti ya lo tiene todo arreglado. Como siempre. Piensa llenarla de flores y plantas de todos los tipos, olores y colores. Piensa convertir nuestra azotea, que estuvo durante años, llena del polvo de los vientos, y desechos del perro de algún algún vecino, en un oasis lleno de vida, en un vivero de paz donde poder sentarnos en una hamaca y poder ver juntos imaginarias estrellas en la noche de Lima, leerles a nuestros niños las mejores historias de valientes contra la adversidad, saborear las mejores parrilladas naturistas, encender los más aromáticos inciensos y velas, mirar la ciudad cuando duerme o cuando se despierta. Poner una piscinita inflable para poder revolotear con Manzanilla y Manzano, salpicándonos de sonrisas bajo el sol o bajo la luna de una noche de verano. En fin, Nefertiti ya tiene la azotea de sus sueños, y yo feliz porque ella es feliz. Su felicidad siempre será para mí un motivo más para querer despertar cada día, a la espera de un nuevo olor, un nuevo sabor, una nueva imagen, un nuevo sonido, un nuevo tacto, que me haga sentir que la vida es un regalo de Dios, porque eso es exactamente lo que siento, desde el preciso instante en que abro mis ojos día a día, con el beso de mis hijos cuando me dicen bajito en mi oído: "Chau papito, nos vamos al colegio, te queremos, que Dios te bendiga", y yo dándoles un beso a cada uno, me despierto recibiendo ese maravilloso regalo, y agradeciéndo profundamente a Dios por haberme dado tanto.
Ojoavizor
P.D. Nefertiti, te regalo esta hermosa canción, en la versión de tu cantante favorito, el gran Rod Stewart, que dice que el mundo es maravilloso cuando abres los ojos para verlo. Desde la azotea que construyes con tus manos y sueños, veremos el esplendor de la vida con nuestros niños, y nunca lo olvidaremos.